La constante circulación de vehículos de alto tonelaje en los caminos próximos a las minas provoca un excesivo levantamiento de polvo que afecta gravemente a la visibilidad de los conductores y aumenta la posibilidad de que se produzcan accidentes de tráfico. Esta situación es común en todos los complejos mineros, pero se intensifica notablemente en las minas emplazadas en las distintas regiones del sur de América, donde el clima predominante es eminentemente árido y seco.
Durante la temporada estival, el calor y la sequedad incrementan sensiblemente la emisión de polvo, y la concentración de precipitaciones durante el verano genera una acumulación de agua sobre una superficie no impermeabilizada, lo que provoca a su vez la saturación de la estructura del camino y el consecuente debilitamiento que facilita la deformación del suelo bajo el paso de los vehículos.
¿Riego con agua o con bischofita?
¿Riego con agua o con bischofita?
Ante esta situación, conviene implementar un riego antipolvo capaz de asegurar la transitabilidad de los caminos en condiciones aceptables durante el mayor tiempo posible. En función de las condiciones propias de cada región, dicho riego puede realizarse con agua o con cloruro de magnesio hexahidratado (MgCl2.6H2O), también conocido como bischofita.
Ambas opciones son viables, pero a la hora de elegir una u otra hay que tener en cuenta los pros y contras de ambas soluciones, ya que atendiendo a las condiciones climatológicas concretas de cada región, el riego con agua puede evaporarse rápidamente si las temperaturas son altas, lo que inevitablemente pierde efectividad; sin embargo, la bischofita tiene propiedades salinas, por lo que su tratamiento requiere unas condiciones especiales y, por tanto, tiene un coste más elevado.
Algunas de las propiedades de la bischofita que conviene conocer de cara a su uso como tratamiento supresor de polvo y estabilizador superficial son:
- Higroscópica: posee la capacidad de absorber la humedad del ambiente incluso en zonas sumamente áridas.
- Ligante: cohesiona las partículas finas de polvo.
- Resistentea la evaporación: permite que no se pierda la humedad absorbida.
- Baja temperatura de congelamiento: -32,8ºC.
- Altamente soluble en agua: permite elaborar una solución de forma rápida y sencilla.
Además, hay que tener en cuenta que no se debe regar con bischofita cuando esté lloviendo o existan posibilidades de lluvia, y es aconsejable esperar unas tres o cuatro horas desde la aplicación de la solución antes del paso de los vehículos.
¿Riego con aljibes o automatizado?
Una vez analizados los materiales con los que se puede regar, es hora de valorar la forma de riego, ¿es mejor regar con aljibes o camiones cisterna, o implementar un riego automatizado? Pues la verdad es que no hay una respuesta exacta, ya que ambos sistemas son exitosos siempre y cuando se implementen correctamente.
La principal ventaja del riego automatizado es que no hace falta tener a un grupo de operarios para que se encarguen manualmente de las labores de riego, lo que implica que éstos pueden dedicar su valioso tiempo a realizar otras tareas, contribuyendo así a una mayor eficiencia empresarial. Además, el hecho de no utilizar aljibes para el riego implica un ahorro de combustible y una mayor seguridad para los trabajadores, que ya no están expuestos a accidentes de tráfico durante el traslado de los camiones cisterna.
Otro aspecto a tener en cuenta es que el principal inconveniente del riego automatizado es el viento (como en cualquier sistema de riego), por lo que, aunque el sistema de riego automatización tiene un mayor alcance, es decir, es capaz de regar una mayor cantidad de terreno que los aljibes, los días con excesivo viento habría que controlar el riego para evitar que se rieguen zonas no deseadas.
También hay que tener presente que para implementar un sistema de riego automatizado es necesario que el complejo minero disponga de unos requisitos determinados, siendo el más importante un circuito hidráulico con aspersores y un adecuado sistema de presión de agua. No obstante, en caso de no cumplir con los requisitos y no estar dispuesto a realizar la inversión necesaria para ello, es posible llevar a cabo un riego eficiente con camiones aljibes.
El riego con aljibes puede alcanzar una eficiencia similar al riego automatizado en cuanto al consumo de agua, siempre y cuando sea perfecto. Para ello, los camiones deben mantener una velocidad y presión óptimas y realizar un correcto trazado del recorrido durante el periodo de riego, lo cual sólo es posible utilizando sistemas electrónicos de control de la pulverización sincronizados con la velocidad del camión.
En este último caso, sería necesario implementar una red de monitorización de humedad mediante sondas unida a un control del tráfico en los caminos que se desean regar para poder calcular las probabilidades de levantamiento de polvo y generar alertas de riego en el tramo afectado. Así, el riego se llevaría a cabo bajo demanda y no periódicamente, lo que propiciaría un ahorro de agua. Esta última opción es más económica y puede utilizarse como una etapa transitoria hacia la automatización total, de forma que en el futuro no habría que contemplar el coste de la red de monitorización de humedad.
